
Endulzando con salud
a mayoría de nosotros hemos oido ya que el azúcar blanco no es nada recomendable.
Produce inflamación y ambiente ácido en nuestras células, arrastra minerales del cuerpo, no es nutritivo y además es adictivo. Con el tiempo el azúcar blanco ha ido apareciendo masivamentente en múltiples productos en los que no tiene sentido que esté presente o han ido incrementando el porcentaje del mismo.
Sabido esto el siguiente paso será naturalmente eliminar el azúcar, pero, y ahora, ¿Cómo endulzo mi vida?
Pues para eso, como para casi todo hay soluciones fáciles y sanas.
Te voy a contar algunas, aunque existen muchas más que iré publicando.
– Alternativa natural, sana y que sustituye directamente al azúcar blanco: la panela o el azúcar de coco. Se pueden usar igual que el blanco y son una buena forma de comenzar la transición. Aunque te recomiendo que no te quedes aquí.
– Otra más; sirope de cebada o ágave crudo, cargados de energía y nutrientes. Se pueden utilizar como la miel, para endulzar líquidos y yogures, y también para hacer postres como natillas o tartas de frutas.
– Una, super sana, la estevia, ojo, siempre en rama o en polvo. Escapamos de cualquier ultraprocesado o transformación innecesaria. Se puede usar para endulzar mediante infusión de las hojas en un líquido o el polvo como el azúcar tradicional en bizcochos.
– Los frutos como los dátiles o las pasas también se pueden usar en muchas recetas para dar un toque dulce.
– Y por supuesto: la fruta fresca y natural, que aporta nutrientes, vitaminas y fibra, satisface nuestras necesidades de dulce.
Recuerda que menos es más, y será más fácil si empiezas por ir adaptando tu paladar a menos dulce. Las bacterias que se han instalado en tu boca y se alimentan de azúcar irán desapareciendo, tú podrás recuperar tus papilas, degustando mejor todos los sabores y no necesitarás tanto dulce.
Te animo a que vayas experimentando con algún sustituto y a que elimines algo de azúcar blanco de tu dieta para ir comenzando la transición.